Existen numerosos estudios y trabajos de investigación que avalan las mejoras en el desarrollo de las capacidades cognitivas, así como la evolución positiva en otros aspectos que tienen implicaciones directas en la personalidad y, como consecuencia de ello, en el desarrollo social. Es por ello que, cada vez más, el ajedrez se está convirtiendo en asignatura obligatoria en las escuelas de muchos países del mundo, además de utilizarse como herramienta terapéutica en muchos casos.